Vivian es una hermosa y joven muchacha adolescente que padece el síndrome de licantropía. Se debate entre la duda de comunicar o no a su familia de hombres-lobo el amor que siente por un humano, un muchacho llamado Aiden. Vivian ha encontrado la paz en la relación amorosa con él y, sobre todo, ha recuperado la esperanza de que, gracias a su compañía, pueda poner término a su terrible e ineludible condición. Pero cuando empieza una cadena de sucesivas muertes accidentales, todo eso se desbarata, y Vivian es abandonada a su suerte.