De niño, Ali (Forest Whitaker) escapó de ser asesinado por opositores de Nelson Mandela. Hoy, es el jefe de la rama de homicidios de la policía de Sudáfrica en Ciudad del Cabo. Su trabajo se vuelve más difícil cuando encuentran los cadáveres de dos mujeres jóvenes. Un nueva droga se ha introducido en la ciudad. Brutalidad y modernidad chocan, mientras los ecos del apartheid todavía resuenan en una sociedad que lucha por la reconciliación.